Fundación Díaz Caballero

UNA
PASIÓN
TAN FUERTE
QUE HA
CRUZADO
FRONTERAS

LA FUNDACIÓN DÍAZ-CABALLERO

La creación de este espacio ha sido posible gracias a la Fundación Díaz Caballero, detrás de la cual se encuentran Antonio Díaz, Ana Caballero y sus dos hijos, Antonio Jesús y Ana María.

Esta institución nace con el firme propósito de que la tradición y el arte del belenismo cuenten con un espacio privilegiado para su exposición y conservación.
Una fuerte pasión por el mundo del belenismo y un encuentro fortuito hace ahora más de 10 años con el belenista arcense Antonio Bernal, considerado como uno de los mejores belenistas de España y del mundo, llevó a Antonio Díaz y Ana Caballero a impulsar este proyecto y la posterior creación de la Fundación Díaz Caballero y el Museo de Belenes con el objetivo de dar la máxima divulgación a este arte.

Pastores visitando pesebre

Este espacio único en el mundo nace del sentimiento de exasperación al ver sus promotores como, cada año, belenes artísticos de una calidad extraordinaria se tenían que destruir porque sus autores no disponían de espacio para almacenar sus propias obras.
El Museo de Belenes se ha convertido en un refugio para el arte y la tradición del belén.

La idea original era crear una sala de exposiciones de 150 metros cuadrados que albergase una representación de 6 belenes representativos de España, pero una visita a maestros pesebristas catalanes fue el motor del cambio. Tras exponer a los belenistas el proyecto inicial, plasmado de manera informal en un folio, se volcaron en colaborar.

Aparición del Ángel Gabriel a la Virgen María
Serpiente en el árbol de la ciencia del bien y del mal
Esta acción se repitió con muchos otros belenistas de toda España y el resultado es el actual Museo de Belenes de Mollina.
Durante más de una década la Fundación ha hecho acopio de belenes de todo el mundo aunque la mayor representación son de España e Italia, países con fuerte tradición belenística. Además, cuenta con una selección de piezas más exóticas traídas desde países como India, República Checa, Suiza o Austria.

Este proyecto ha sido posible gracias a la participación de cientos de belenistas que han donado sus obras y han colaborado de manera desinteresada con la Fundación Díaz Caballero.